lunes, 28 de noviembre de 2016

Ensayo final

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades

La cuna del maquillaje.
Paulina Elizabeth Galindo Avelar[1]
En este ensayo abordaré el cómo los roles sociales tienen gran relación, quizá no muy significativa para algunos, con el maquillaje: ligado a diversos factores de los roles sociales de la mujer, y también del hombre, a través de tiempo. Me llama mucho la atención ya que es algo que tiene validez actualmente, por ejemplo: en la vida social, la relación que tiene el maquillaje con la forma en la que se siente, la forma en la que la ven los demás, entre muchas cosas más, Por lo que me a decidí a investigar dónde y cómo se ha desarrollado el maquillaje, y el impacto en los roles sociales de ciertas épocas pioneras o resaltadas.

La mujer a través de la historia ha cambiado de rol en la sociedad en varias ocasiones, este se ha visto reflejado no sólo en sus acciones, también en su cuerpo y la forma en la cual lo adorna. Una muestra de esto puede ser el uso del maquillaje y en los significados que se le han atribuido con el paso del tiempo.   Por medio del maquillaje la mujer se ha relacionado con su cuerpo, ha formado su identidad y ha mostrado su lugar en la sociedad. Las funciones del maquillaje han variado en múltiples ocasiones pues, de la misma manera que actualmente es utilizado para resaltar la belleza en algún tiempo fue utilizado como parte de rituales religiosos, como protector facial, como reflejo de un estatus social o como forma de expresión de identidad. 
  Es importante apreciar el desarrollo social de la mujer a través de la historia, la relación con su cuerpo y el uso del maquillaje de acuerdo a los estándares de cada época, describiendo los materiales, los avances y la forma de utilizar este producto. Así mismo, los significados que el maquillaje tiene para la sociedad y la mujer u hombre  de cada tiempo, por lo cual veremos ciertas civilizaciones pioneras o recalcadas en la historia del maquillaje

Egipto
Se dice que en Egipto se realizaban cuatro baños diariamente “se lavaban dos veces al día y dos de noche. No conocían el jabón, pero si el natrón y la sosa; además se perfumaban y utilizaban gran cantidad de cosméticos para evitar la desecación cutánea”[1]. Cuidaban su piel en todo momento, utilizado  ungüentos y aceites, para hidratar la piel y protegerlos de los rayos del sol. De esta manera, encuentran diferentes maneras de utilizar las tintas, tierras y cenizas para el adorno de su cuerpo. Por lo cual podemos apreciar que los egipcios además de vanidad y jerarquías usaban el maquillaje o adornos en la piel por salud. “El kohl negro y otros polvos que se ponían en los párpados contenían sales de plomo; y en 2010, unos investigadores franceses argumentaron que dichas sales disminuían la producción de monóxido de nitrógeno, lo que fortalecía el sistema inmunológico de la persona y prevenía infecciones oftálmicas”[2]
En las clases altas de Egipto, las mujeres se maquillaban los ojos y la boca con colores llamativos como los tonos terrosos y dorados representado su riqueza y poder. Reinas y faraones Egipcios utilizaron todo tipo de recursos: desde la pulverización de rocas, hasta el uso del oro con el fin de adornar su cuerpo. Por el contrario, las mujeres campesinas no utilizaban maquillaje simplemente se recogían el pelo en numerosas trenzas y acudían a los baños diarios, dado que trabajaban todo el día en la tierra, hilando y en la vida familiar. Pocas mujeres de pueblo realizaban trabajos como sacerdotisas y, en ese caso, utilizaban el maquillaje de forma religiosa.   Con lo anterior se evidencia que, en esta civilización se realizaron varios de los avances en la producción de maquillaje, debido a sus múltiples usos y a la importancia que tenía en eta época.

Grecia y Roma
En Grecia la abundante discusión filosófica abrió las puertas a una definición de la estética y la belleza en la cual la proporción del cuerpo reflejaba la buena salud y condición física del individuo. Las teorías y concepciones de belleza se centraban principalmente en el cuerpo masculino, dejando al sexo femenino el valor de la fecundidad. Grecia fue la civilización de la belleza, influenciado tanto a las otras culturas que impuso su ideal de belleza. Apolonio de Herofila cuenta en su libro, “que en Atenas no hay mujeres viejas ni feas”[3]. La belleza femenina era considerada una purificación formal del cuerpo, sin embargo esto no era impedimento para que las mujeres realizaran prácticas de belleza con el único fin de embellecerse. Las prácticas de maquillaje se constituían sólo en las clases sociales altas, dado que estas mujeres no trabajaban y estaban dedicadas a su hogar, familia y ellas mismas. “El cuidado de la piel fue una auténtica obsesión de las romanas de clase elevada, y en torno a él se desarrolló un arte del maquillaje no menos sofisticado y lujoso que el de nuestra época.”[4] Entonces podemos reiterar todo lo anterior concluyendo que este fue el principio del maquillaje sofisticado, limpio, y natural.

Edad media
Esta fue la era de la iglesia católica, la cual tenía como prioridad principal la adoración a la espiritualidad y el rechazo a los placeres del cuerpo.  Su visión de la belleza femenina era completamente negativa dada su connotación de tentación carnal. Como consecuencia de esto, el estilo de vida de las mujeres estaba ligado a su posición social. A las mujeres de clase alta, sí se les permitía el uso de la cosmética ya que eran consideradas como figuras representativas de su familia o clan, lo cual, generaba una preocupación por su comportamiento y aspecto. Por eso a principio de la Edad Media declinó el uso del maquillaje sin desaparecer del todo. Las mujeres encontraban las pautas de belleza en la corte donde ellas estaban destinadas a ser un instrumento de exhibición, por lo que siempre, debían estar presentables porque su comportamiento y apariencia repercutían en las prácticas sociales de su esposo. Para maquilarse tenían a su disposición sirvientes quienes se encargaban de la higiene de sus amos.  La mujer debía dedicarse al hogar, no salía sino en limitadas ocasiones, las prácticas estéticas se veían disminuidas únicamente a eventos especiales. “Las mujeres debían portarse siempre de forma sumisa, dado que su condición social y su comportamiento estaban sujetos a los deseos del hombre.”[5] “La idea de la Edad Media era alcanzar la plenitud máxima en la tierra, la perfección dentro de ésta belleza para poder ir al cielo, tener un alma virtuosa y un cuerpo bello, todo eso los acercaría a la salvación.” [6] Por lo cual podemos asumir que en esta época, el maquillaje era de uso exclusivo para las clases sociales altas por la representación y mantención de un estatus social.

Renacimiento
El renacimiento se considera una época en la cual el hombre comienza a pensar en sí mismo. Si el hombre tenía un buen comportamiento conseguiría llegar al cielo. Esto generó una concentración en las actitudes y comportamientos humanos por lo cual se forjaron diferentes inquietudes respecto al ser humano. De éstas, surgieron avances en la concepción de lo bello y basándose en la teoría de las proporciones; en la cual se encontraron armonías más complejas, dándole paso a diferentes formas de definir la belleza.   La exaltación de la belleza femenina fue uno de los principales cambios dados en el renacimiento. La mujer perdió la caracterización malvada y diabólica del Medioevo. Se exaltaba la divinidad de la mujer glorificando su belleza. Fue así como el exterior se transformó en un reflejo de lo interior. Se le adjudicó a la belleza todo tipo de valores y virtudes.   La mujer hacia parte de la vida doméstica y era enseñada desde niña a coquetear y a hacerse adornos en el cuerpo. Las mujeres tenían un comercio de ropa, joyas y cosmética de forma oculta, de esta manera obtenían el maquillaje necesario. Debido a las exigencias de su comportamiento en la vida pública se generó una contradicción en la función social femenina, en la cual por un lado debía generar una opinión dentro de la vida social por medio de su apariencia y por el otro guardaba y escondía su vida doméstica.
Desde el reinado de Luis XIII, la pauta de la moda, los comportamientos y el maquillaje, estaban regidos por lo que éste estipulaba, controlando completamente la apariencia. Era así, como la imagen propia se convierte en algo primordial. “La mujer renacentista utiliza el arte de la cosmética y dedica una especial atención a la cabellera (es un arte refinado, sobre todo en Venecia), que tiñe de un color rubio que a menudo tiende al rojo”[7].  Se experimentaba con nuevos materiales para crear el maquillaje lo que generaba la muerte de algunas mujeres por el alto contenido de azufre. Se desarrollaron bálsamos y esmaltes para rellenar las arrugas.   Con peinados, ejercicios, depilaciones y vestidos, había una transformación en la mujer, de acuerdo a los parámetros que estaban de moda: una tez blanca, los parpados azules o verdes, los ojos iban delineados con negro y la boca se delineaba con rojos oscuros en forma de corazón. Por su parte, los lunares, se convirtieron en algo estético por lo que se dibujaban o se hacían de terciopelo. (La moda de los lunares no viene de Marilyn Monroe). Esta época para mi es de las más duras en cuanto a estándares de belleza, básicamente si no eras igual a las demás  ganabas automáticamente una mirada de desdén.

Revolución francesa
En esta etapa de la historia, la mujer tuvo una transformación en su rol social, dado que dejo de depender del hombre y hubo un cambio en la concepción de la belleza. Cobró mayor importancia el cuidado de la familia y de los hijos por parte de la mujer. Este se volvió un factor importante para elegir una esposa pasando por encima de su aspecto físico y su belleza. Como repercusión el maquillaje no tuvo desarrollo, ni popularidad.
 La apariencia física se limitó a ser aceptada por su limpieza, tener una apariencia física agradable, no implicaba que se tuvieran buenas virtudes. Como consecuencia, cobró mayor importancia el cuidado de la familia y de los hijos por parte de la mujer. De esta manera, únicamente se utilizó la farmacopea (libro oficial de medicamentos) para la higiene personal. La apariencia física se limitó a ser aceptada por su limpieza. “La belleza y moda durante el siglo XVIII debe realizarse desde el punto de vista de dos etapas: una previa a la Revolución Francesa en donde el estilo dominante es el Rococó y, durante el cual, el predominio de Francia como centro de la moda continúa y una moda posterior a este hecho histórico, vinculada con el cambio ideológico que se operó en toda Europa.” [8] Asimilando lo investigado podemos decir que la higiene y la buena condición aparente de las mujeres era el punto de partida de la belleza.

Siglo XIX- XX
En el siglo XIX se mantiene la premisa que se propone en la revolución: la belleza es un atributo físico. Buscando principalmente la higiene del cuerpo. El trabajo en la apariencia física se da en las clases sociales altas, era un acto de baja popularidad. Esto generó una diferenciación muy marcada por parte del género femenino, por lo tanto, el maquillaje se dio en función y de acuerdo con el estatus social. Se buscaba la palidez del rostro, dejando ver la baja exposición al sol y por lo tanto la ausencia del trabajo, se resaltaban ojos y cejas levemente. La idea era guardar la esencia del cuerpo, mantenerlo en su estado original, connotando la buena salud y el poco esfuerzo físico, gracias a una vida tranquila. Es por esto, que fábricas de cremas y fragancias surgieron en esta época. Se dio mayor importancia la limpieza y la salud corporal.   En el siglo XX, gracias al avance tecnológico y a los cambios sociales dados por las guerras, se generó un nuevo orden social, en el cual, el maquillaje se destacó y se desarrolló con fuerza, poniéndolo al alcance de todas las mujeres.
Dentro de los diez primeros años del siglo, el arreglo personal estuvo ligado a la conservación del marido y de la familia. Las mujeres se maquillaban para atraer a los hombres. Se marcaba una tendencia sencilla en la cual la cara debía estar pálida. Se utilizaba vaselina en los parpados haciéndolos ver brillantes. Se utilizaban los polvos de arroz ya que estos daban una mayor naturalidad a la blancura del rostro.
A finales de esta época las marcas empezaban a surgir, construyendo poco a poco el mercado de la cosmética. Durante la segunda guerra mundial se estancó el desarrollo del maquillaje. Sin embargo, en Europa las mujeres siguieron utilizándolo de forma estética. Para las judías que se encontraban en los campos de concentración, era una forma de salvación, dado que entre más saludables se vieran, menor era el peligro de ser asesinadas. Por ello recurrían a barras de betún y sangre, para maquillarse. Es hasta después de la segunda guerra mundial que se instauran los baños dentro de las construcciones lo cual generó un mayor reconocimiento y una nueva relación con el cuerpo. Esto implicó que se genera una preocupación por el cuidado corporal y estético. El mercado estético se genera nuevos productos. “En el interior de esta ambivalencia entre reconocimiento y ficción desempeña un papel fundamental el maquillaje. Se trata de predecir qué marcas o rasgos expresivos del rostro deberán estar presentes para reconocer la belleza”[9]

… Por todas estas épocas históricas podemos asumir que cada época se adopta o concibe, el significado del maquillaje de distinta manera; ya sea por sentido de partencia, jerarquización de clases sociales, salud, vanidad… Pero, lo que me parece muy interesante, de todo lo que investigue y leí para la elaboración de este ensayo, es que en cada época se seguía un estatus para sentirte parte de la sociedad en la que pertenecías. Si no blanqueabas el rostro, alzabas tu ceja y sabias coquetear en la era del renacimiento simplemente no funcionabas. Si en la edad media no seguías el estereotipo de belleza que la iglesia te imponía, simplemente no tenías derecho al cielo. Y así en cada época.
Esto logra captar especialmente mi atención porque es algo que actualmente tiene vigencia, si no te maquillas de tal manera eres propensa ser prejuiciada por todos los que no son como tú. A ser tachada de tener mal gusto e incluso ser de “clase” inferior. Las ahora llamadas tendencias de moda (maquillaje, ropa, accesorios) no son nada nuevo, tienen siglos de antigüedad. Solo que para mí, actualmente no se trata de maquillarse para ser parte de una clase, sino para sentirte bien contigo misma.
“El maquillaje es una máscara, una defensa, 
Una maravillosa arma de disuasión contra 
El factor tiempo, una manera de evadirse 
De las tristes contingencias 
De la vida diaria, de superarse y 
Convertirse en otra mujer”
Diñeiro Esther, 1992



[1]  1 Bizkarra, Karmelo. “La medicina de la edad Antigua”  http://www.zuhaizpe.com/articulos/historia_medicina.pdf. Pág. 2
[4] http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/el-arte-del-maquillaje-enla-antigua-roma_6851  17/noviembre/2016

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