sábado, 22 de abril de 2017

Ensayo final

SOCIEDAD Y REDES SOCIALES.

Introducción:
Las redes sociales han alcanzado, sin duda, un gran auge en esta última década. Y es que el hecho de poder estar en contacto con amigos con los que hace tiempo dejamos de comunicarnos o conocer más personas —incluso de otros países—, suena interesante y divertido. Además, sabemos que ésta es la función principal de este tipo de páginas.

Un estudio realizado en 2016 por we are social sobre redes sociales e internet  en 30 países, determinó que de los más de  7.395 millones de habitantes del planeta, 3.419 millones tienen acceso a internet y 2.307.000.000 usan regularmente las redes sociales. 3.790.000.000 personas utilizan un teléfono móvil y 1.968 millones acceden a las redes
sociales a través de éstos.1

Redes sociales como MySpace, netlog, metroflog, etc. Marcaron un inicio en la comunicación a través de internet, donde compartir fotos, música, blogs (dependiendo de cuál red social se tratara) entre amigos no era algo superfluo, y las interacciones eran menos agresivas.

Fue en 2004 cuando apareció Facebook, —la red social más grande hasta el momento— y comenzó a crecer la cantidad de cibernautas que creaban cuentas en estas redes.
Así que fue todo un furor; nuevas maneras de comunicarse, desde un simple estado (Facebook), un tweet (Twitter), un video en el cual puedes expresar tus ideas (YouTube), una red especial para compartir fotos (Instagram), incluso para conseguir pareja (Tinder). Cabe mencionar que algunas de estas redes son las más usadas este año, quedando de la siguiente manera:

Facebook con 1,860 millones de usuarios.
Youtube con 1,325 millones de usuarios.
Instagram con 600 millones de usuarios.
Linked in con 467 millones de usuarios.
Google+ con 375 millones de usuarios.
Twitter con 317 millones de usuarios.
Snapchat con 301 millones de usuarios.2

Todo suena muy bien, pero, ¿de verdad es así? Porque para que exista algo bueno también debe existir algo malo, y, ¿cuál sería la parte mala de todo esto? Las redes sociales son un arma de doble filo; para algunas personas trae consigo más cosas positivas que negativas. Sin embargo, hay gente que opina lo contrario, pues en la actualidad parece que la mayoría de nosotros prefiere estar más atento en las notificaciones del celular que en la persona con la cual estamos conviviendo.
También cabe mencionar que, en algunas publicaciones, podemos ver cómo es que vamos decayendo como sociedad.

Entonces, ¿cuáles serían las desventajas de utilizar estos medios para comunicarnos? Y, ¿qué efectos negativos trae consigo? A continuación, se presentará algunas respuestas a estas incógnitas.





Objetivo/Hipótesis:
·         Demostrar la deshumanización y los aspectos negativos que existen a través de las redes sociales.


Desarrollo:
Como ya se ha mencionado anteriormente, el uso de redes sociales tiene su lado positivo, tales como reencontrarse con viejas amistades, conocer personas, recomendaciones de gustos personales, comunicación al instante, el flujo constante de noticias, seguir las publicaciones de nuestras bandas favoritas y de nuestros amigos más cercanos, acceso  a todo tipo de contenidos, poder encontrar empleo fácilmente, promocionarnos en algo propio, expresión creativa, etc. Podemos pensar que todo es bueno, pero hay partes negativas de las cuales también hay que hablar. Por ejemplo, al dar un exceso de información personal sobre nosotros (cuentas bancarias, lugares donde estamos, lujos en algunas personas, etc.) y aceptar a personas desconocidas puede llevar al secuestro —se han documentado casos—.Un ejemplo de ello fue el 19 de febrero del 2015, donde un grupo de personas crearon un perfil falso con el nombre de Tania Valencia, en el cual se exhibían fotos atractivas para llamar la atención de posibles víctimas de secuestro, la cuenta era manejada por Victor Hugo Martínez, líder de una banda de plagiarios que operaba en el D.F. Su manera de secuestrarlos era quedándose de ver con las víctimas para después cometer el secuestro. Gracias a los mensajes que encontraron los familiares pudieron dar con la detención de él y de su primo Freddy Gutierrez Martínez. Para evitar que este tipo de situaciones suceda, se recomienda no aceptar a gente que no conocemos.3 También por este tipo de circunstancias se puede dar el robo o fraude de identidad; pérdida de tiempo y productividad; falta de autoestima, pues sólo a través de los likes que les dan otras personas llegan a sentirse bien; creerse información falsa y compartirla, llegando a crear paranoia social y confusión; la abundancia de pedófilos en la red, pues varios niños y jóvenes son navegadores en estas redes sin adultos que los supervisen; carecer de conexión emocional, ser víctima de algún virus, problemas de privacidad y causar muchas distracciones.

Se suele creer que al poder emitir comentarios, tenemos libertad de expresión, pero, ¿es del todo cierto? De una pequeña cantidad de personas que fueron entrevistadas, todas coincidieron en que alguna vez han discutido con alguien a través de comentarios y en su mayoría porque tenían un pensamiento diferente.
Peleas con falta de argumentos, donde al parecer lo único que importa es decir “yo tengo la razón”, ya sea a base de insultos y por el hecho de sentirse superiores a la otra persona; es en este punto donde se puede apreciar parte de esa deshumanización que al parecer va en aumento.

Y es que es fácil para algunos esconderse detrás de una pantalla y sacar la peor versión de sí mismos, incluso algunas veces con cuentas falsas. Basta con leer comentarios —sobre todo en secciones de noticias y política— para darnos cuenta de estos ataques constantes de unos contra otros. Quizá la situación tan decadente por la que está pasando el mundo en general (corrupción, guerras, cambio de generaciones y pensamientos) sea el factor clave de la deshumanización y las redes sociales sólo nos dan el impulso para expresarnos públicamente. Sin embargo, ¿qué tan mal hay que estar como sociedad para llegar a los peores pensamientos? Como el hecho de dar “me divierte” (Facebook) en notas de gente muerta y comentando como si no hubiera sentimientos, haciendo burla a los fallecidos y sus familiares; compartir videos de violencia (golpes, asesinatos, descuartizados) por el puro morbo; alentar a personas con problemas de depresión a que se suiciden; hacer menos y discriminar a otros por su color de piel, etnia, religión, creencias, etc.

La parte del bullying se ha extendido hasta este punto, cuando antes solamente quedaba en la escuela; ahora el acoso es constante, difundiendo fotos vergonzosas (incluso memes) y humillaciones, grabando vídeos y subiéndolos a la red. Estamos hablando de un problema realmente serio, pues de acuerdo a estadísticas publicadas por el periódico la jornada tan sólo en el 2016 y en México, la tasa de suicidios por bullying en jóvenes fue del 60%.4 Lo realmente alarmante es que existen personas que disfrutan el hacer sentir mal a otros.

Por otro lado, hay quienes están en contra de todo esto, argumentando que si no hay algo positivo que rescatar, ni se puede debatir con esas personas, entonces no vale la pena caer en sus provocaciones.

Al cuestionarles qué opinaban sobre la gente que seguía las discusiones, la mayoría coincidió en lo antes mencionado: siempre querer tener la razón, egocentrismo y soberbia. Como recomendación optaron por no tomárselo tan en serio, pues la mayoría de los ataques y/o discusiones son palabras al aire y carecen de sentido profundo e intelectual, aunque 2 personas admitieron que para ellos era divertido y era una forma de perder el tiempo.


Otra manera de deshumanizarnos es prestar más atención a las notificaciones del celular (como ya lo había mencionado en la introducción) que a la persona que tenemos enfrente, además de ser una gran falta de respeto.

Incluso hay quienes estando en esta situación —de frente a frente— prefieren comunicarse a través de WhatsApp, o por inbox. Podría ser parte de una adicción a las redes sociales.
Según un estudio realizado en el 2015, realizado por el docente investigador del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora (UNISON) Gustavo León Duarte, los jóvenes de 12 a 15 años de edad, constituyen su socialización en primaria y secundaria a través de WhatsApp y Twitter, prefiriendo hacerlo a través de redes sociales que en persona.5
Caso similar en las relaciones amorosas; una de las personas (hombre) que expresaba su opinión se enfatizó en esta parte, pues argumentaba que ahora se había perdido esa parte de conquista. Él comentaba que ya era menos probable el hecho de conocer a una chica en la calle y animarse a invitarla a salir, pues con redes sociales “especiales” para ligue como Tinder te reduce la búsqueda con personas que puedes encontrar cerca de tu zona y gustos parecidos.

Enamorarse dentro de una red social puede ser un gran peligro, pues en ocasiones los perfiles son falsos —ni las fotos ni la información es verdadera—, gente haciéndose pasar por alguien más, inclusive sin ser del mismo país. Pero entonces, ¿por qué aun así hay hombres y mujeres que prefieren mantener una “relación” de esta manera? Algunas veces es por falta de autoestima y una manera de tener “amor”, aunque implique —en algunas ocasiones— llegar a ser estafados.

Y es que realmente llegamos a un punto donde es más importante estar al pendiente de una notificación que hasta de la propia vida. Por ejemplo los choques a causa de esta situación: el 15 % al 20% de los accidentes automovilísticos se deben al uso de dispositivos, que los convierte en la tercera causa de accidentes en México, tan solo después de conducir a exceso de velocidad o bajo estado etílico;6 ir caminando y revisando el celular sin fijarse en las calles al momento de atravesar o en la acera chocando con otras personas; no hacerle caso a los hijos; pelearse y terminar relaciones por “likes” intercambiados; ni siquiera poder disfrutar de un concierto por estar más enfocado en grabar un video, subirlo a Internet y esperar reacciones a éste; en un viaje, perderse del panorama y una buena conversación con un acompañante.

Si seguimos refiriéndonos a la deshumanización como parte de las personas que no logran crear conexión social verdadera —sólo a través de redes sociales— entonces ya estamos hablando de una adicción, lo que puede ser el peor aspecto negativo de éstas. Psicológicamente, alguien que cae en esta adicción presenta los siguientes síntomas:
*Pérdida de control y dependencia excesiva; dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos y pierden la noción del tiempo.
*Aislamiento, irritabilidad.
*Bajo rendimiento en el trabajo o en la escuela.
*Desinterés por otros temas.
*Trastornos de la conducta, sedentarismo e incluso obesidad.
*Sentir una euforia y activación excesivas ante el ordenador o teléfono móvil.
*Perder horas de sueño.7
Por suerte, hay tratamientos especializados para atacar este tipo de adicción, aunque debemos estar muy al pendiente de no caer en ella.7

Conclusiones:

Como se pudo observar a lo largo del texto, la deshumanización se dividió en dos partes. Aunque al principio sólo iba dirigido a la primera sección, cuando las personas fueron entrevistadas, también tomaban el hecho de separase de la sociedad y estar adentrado en las redes sociales como deshumanización, lo que abrió pauta para escribir sobre ello.

De los aspectos positivos se habló poco, aun a sabiendas de que existen y nos ayudan a llevar la vida menos complicada —como se mencionó al principio—, y está bien, por algo es llamada red social, para compartir un poco de nosotros a los demás, para crear lazos sin importar que nuestros amigos están lejos y de alguna manera estar conectados. Lo malo es que mucha gente las utiliza como medio de escape a su realidad, aparentando alguien que no son, ya lo hemos visto en las redes cuando se dicen ser “solidarios” y en persona son déspotas y ofensivos; personas creando conflictos, queriendo llamar la atención. El verdadero reparo es que son demasiados los que siguen esta tendencia, tratando de ser “polémicos” y agravando una problemática que tenemos muy marcada en la sociedad (discriminación, clasismo, acoso, falta de empatía hacia los demás, doble moral etc.) y saber que poco a poco nos vamos desconectando del mundo real para crearnos uno virtual donde las cosas sean como queremos que sean.

Sería una buena opción regresar, aunque sea un poco, a las salidas donde podemos mirarnos fijamente y conversar frente a frente, a  ser solidarios y a vivir realmente.


Referencias:

1.
http://franbarquilla.com/estudio-sobre-el-estado-de-internet-y-las-redes-sociales-en-2016/

2.
https://www.multiplicalia.com/redes-sociales-mas-usadas-2017/

3.
http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2015/02/19/1009221

4.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/05/16/en-mexico-60-de-los-suicidios-en-menores-son-por-bullying-especialista

5.
http://m.milenio.com/estados/redes_sociales-interaccion-twitter-facebook-redes_sociales_0_508749186.html

6.
http://www.salud180.com/salud-dia-dia/uso-de-celulares-3a-causa-de-accidentes-automovilisticos

7.
http://gabinetedepsicologia.com/adiccion-a-las-redes-sociales-psicologos-madrid-tres-cantos

Presentaciòn:

https://www.slideshare.net/AngelicaAlvarezSauce/sociedad-y-redes-sociales

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