lunes, 6 de noviembre de 2017

Ensayo/ Erandi Mata

                                                                                                                         05/11/17
El arte contemporáneo como denuncia y manifestación social contra la violencia
                                                                                                                             Erandi Mata
“Y los cuerpos eran sólo carne amontonada, los años se volvieron tan sólo polvo. La memoria de los que murieron, sólo  una vaga y esporádica nube en un  cielo azul. Lo único que parece durar son los cascos de algunas balas que todavía algunos niños encuentran cuando juegan con la tierra”
                                                                                                                                              Memorias
La necesidad de manifestarse o guardar silencio, en una decisión vital para la sobrevivencia en este país, el miedo a hablar, llorar, gritar nos ha llevado a un país silenciado en donde no pasa nada, en donde los cadáveres se convierten en polvo, donde la violencia ya es habitual, que cualquier acontecimiento  que nos priven de nuestra libertad es algo normal, la molestia de aceptar el daño físico nos causa un poco de incertidumbre sobre nuestro futuro, nos da temor pensar en el destino.
El mundo del arte ha revolucionado y con ello las manifestaciones artísticas, las nuevas tendencias del arte son parte de una configuración  de nuestras raíces retoman aspectos que nos identifican como país ante todo el mundo.
¿Qué podemos decir de México?
La violencia en México,  se presenta  como una distante abstracción y sus agentes directos son anónimos, a esto nos referimos que nadie sabe lo que ocurre, nadie sabe de las víctimas, ni tampoco de los culpables, lo único que se sabe es que hacen daño, que nos hieren, de alguna manera cegarnos sería la única forma de sedar el corazón, intentar no escuchar,  que tal si apagamos la televisión, como si se tratara de un programa prohibido para los niños, pero que al salir de nuestros hogares,  esta repulsiva proyección está a flor de piel y que un día nosotros podemos ser protagonistas de  esas historias inconclusas.
En México la violencia ha incrementado considerablemente en los últimos tres años, y la más agresiva es derivada por el narcotráfico. Se convirtió en el segundo lugar con el mayor número de asesinatos en el plantea, después de Siria. En el 2016, se registraron 23mil homicidios dolosos[1]
Los expertos opinan que estos fenómenos delictivos crecieron gracias a la debilidad institucional y de corrupción generalizada, pero también derivaron al mal manejo gubernamental  del presidente Enrique Peña Nieto, a reformar el sistema de justicia mexicano.
Sin embargo el año más violento en lo que va de registro es el 2017, aun más violento que el 2011 cuando Felipe Calderón declaro la “guerra contra el narco trafico” que impuso al iniciar su mandato.
Cuando la violencia  entra en nuestro panorama, se empieza a construir una especie de artefacto y este objeto se complementa con las personas de  bajos recursos, que  se convierten en las personas más vulnerables,  en un álbum de estampillas sin rostros, donde estas personas no tienen elección de ser las víctimas o victimarios.[2]
Cuando la  violencia  se dirige contra la sociedad misma, crea la desintegración de la paz, esta causa la dispensación interna por la desesperación, nos  separamos porque solamente queremos sobrevivir, es inaudito pensar en tachar los días que llegamos vivos a casa, marcarlo como un buen día, simplemente por haber sobrevivido.
La violencia marca el orden existente y se convierte en un sistema muy significativo en un lenguaje codificado pero explicito a la vista, el cual nos infiere que algunas de las autoridades están inmiscuidas en el proceso de inseguridad, como victimas nos duele considerar el estado del país, nos duelen las personas y la impunidad.
Las personas que experimentan la violencia, tienen que aprender a  buscar estrategias que permitan llevar a cabo ciertas mediadas de precaución, dejando de un lado parte de su libertad, con el fin de continuar viviendo, entre estas prácticas están; el uso de ciertas prendas,  la restricción de horario, y el manejo de algunas actitudes.
Este diagnostico de acontecimientos futuros pueden ser predecibles, pensar en una zona como cuidad Juárez, en la cual las personas desaparecían después de las nueve de la noche, al paso del tiempo en esa misma región se percibió que la mayoría de esas personas eran mujeres, y  desde hace unos meses la cifra aumento y con ello la desaparición de niños.
Esto infiere directamente en el tráfico de personas, la delincuencia toma aspectos tan sutiles, en los cuales las personas físicas pierden valor  y se convierten en producto consumible.
Esta plaga no solo se ha registrado en Chihuahua, sino en diferentes partes de la república mexicana, un negocio rentable y de expansión colectiva, el futuro queda en suspenso, contra el trasfondo de un doloroso pasado y de un presente aun hiriente, un futuro desconocido.
El asesinato y la masacre no solo es la suspensión definitiva de un proceso natural de deterioro corporal, sino que es una masificación que cada día se vuelve más grande,  conduce a un solo grito de desesperación social, en el cual la salida es más lejana cada día.
El sentimiento creciente de inseguridad, incertidumbre viene expandiéndose en todas las regiones y esto ha generado un estado factible para justificar todo tipo de exceso “Vienen drogados por eso lo hacen”.
El empoderamiento del narcotráfico  y sus redes delictivas, son evidencias cotidianas de un progreso sin salida, el desvanecimiento  de las instituciones, y el rostro borrado de cada una de las víctimas.
En la muerte  violenta, la victima tiene reprimidos sus sentimientos y en su cuerpo el recuerdo de lo que quiso ser,  tienden a convertirse en cicatrices sobre las experiencias vividas, entre los familiares esta en sus manos aceptarlas abiertamente o negarlas completamente.
Pensar en las victimas es solo pensar en números, en estadísticas, el cuerpo muerto se convierte es una manifestación de una identidad despojada de sí misma, su deterioro, son gritos, gemidos, de la evidencia y del dolor humano ante la impunidad.
Este terror se llega a percibir con una gran fuerza que nadie  puede contener, pero es un miedo sordo hacia las ideas y las ganas de estar vivo.
Así las diferentes interpretaciones culturales que hacen de ellos una denuncia, más profunda, antes que nada social, formando parte de la vida real cotidiana y estrechamente ligada a la vida material.
Así obras de arte exceden los límites empíricos,  y se restringen solo a sus expresiones materiales, a los símbolos externos, estas manifestaciones son más significativas y básicas de una cultura de resistencia.
Las expresiones de estas piezas, nos hablan de un dominio público que generalmente son abundantes, ya que su fuerza, reside en dar un fuerte sentido a las expresiones  y gritarle al mundo lo que nos pasa.
No importan las formas estéticas lo que importan son las actividades compartidas de la vida social.
El arte como denuncia y manifestación, es un hibrido para saciar la sed de justicia que tenemos como mexicanos, decirle al mundo lo que nos pasa por medio de imágenes, interpretaciones, salir de este tormento para liberarnos de esta situación.
Tal es caso de Teresa Margolles, en la edición 53 de la Bienal de Arte en Venecia, llega con un proyecto titulado “¿De qué otra cosa podríamos hablar?[3]
Al colocar esta propuesta sobre la mesa, Margolles, crea un tema muy doloroso que aqueja  a México, ella habla de la despiadada guerra  contra el crimen organizado. Exhibe la violencia como un grito desesperado y alza la voz diciendo las siguientes palabras.[4]
“Nuestro país esta bañado en sangre  y todos estamos siendo salpicados”
                                                              (Margolles, 2009)
Elementos que conforman la pieza  de Teresa Margolles; telas  pintadas  con la sangre de las victimas de ejecuciones relacionadas con el narcotráfico. Una de las obras que presenta es “Narco-bordado” utiliza camisas manchadas de sangre,  con hilo de oro comienza a tejer  las palabras “Hasta que caigan tus hijos”, “Así mueren las ratas”, parte de los mensajes que se utilizan en las ejecuciones.
 La muestra culmina con  un performance que se llama “Limpieza” este consiste  en trapear el piso de cada sala, con agua mezclada de la sangre de estas víctimas.[5]
Otra artista represente social que está presente en nuestro país es, Lorena Wolffer, ella maneja sus obra desde una perspectiva feminista, y de una concepción del arte como instrumento de transformación social.[6]
Una de la obra que Lorena maneja es  la obra “mientras dormíamos”, esta obra trata de  todas las mujeres que fueron víctimas en el feminicidio contra las muertas de Juárez, es una serie de documentos y fotografías, en la cual Lorena nos muestra cada una de las historias.
Lorena, utiliza el cuerpo como objeto, en ella marca un mapa para narrar la violencia, a partir de reportes policiacos; utilizando planos quirúrgicos de cada uno de los golpes, balazos, cortadas, que han sufrido las mujeres en los últimos años.
La pieza más representativa de Lorena Wolffer, es la de “Evidencias “es un proyecto interactivo,  en el cual la artista coloca diferentes artefactos ejercidos en diferentes escenas de violencia,  estos acompañados de un testimonio.[7]



[1] Segundo lugar después de Siria, afirmó el instituto internacional de  Estudios estratégicos (IISS, por sus siglas en Inglés)
[2] Victimario: Aquella persona que, por accionar convierte a la otra en víctima.
[3] Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa. 1963) artista visual.
Bienal, muestra de arte que se realiza cada dos años.

[4] Margolles, ha centrado su investigación teórica y práctica  en la indagación sobre la muerte relacionada con conflictos sociales.

[5] Margolles es parte de un colectivo llamado SEMEFO.

[6] Lorena Wolffer (Ciudad de México, 1972) activista del performance

[7] Evidencias es una colaboración, junto a donadoras anónimas.









 Bibliografía:
Magaña, R.. (2008). Espacio público y sociabilidad. Guadalajara, Jalisco: CUCSH-UDG.
Salazar Chinas, C. Coronado Preciado,J. (2017). Reflexiones sobre Ayotzinapa. Guadalajara, Jalisco: CUCSH.
MATHIEU TOURLIERE . (2017). México alcanzó los niveles de violencia de un país en guerra abierta: IISS. 09/05/17, de Proceso Sitio web: http://www.proceso.com.mx/485739/mexico-alcanzo-los-niveles-violencia-pais-en-guerra-abierta-iiss
Cultura Colectiva. (2017). Teresa Margolles, la artista que hace arte con cadáveres. 15/07/2017, de El Debate Sitio web: https://www.debate.com.mx/trending/Teresa-Margolles-la-artista-que-hace-arte-con-cadaveres-20170715-0206.html
Revista. (10/01/2013). El arte del performance de Lorena Wolffer. 10/01/2013, de Proyectos Sitio web: https://sobrelorenawolffer.wordpress.com/2013/01/19/198/
















































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